El juego Match Bubbles es un juego de cartas muy popular en todo el mundo, cuyas principales características son la rapidez mental y visual, así como la velocidad y los reflejos. La idea es muy sencilla: todas las cartas del mazo tienen diferentes símbolos, y siempre hay un símbolo, y solamente uno, que coincide entre dos cartas cualesquiera del mazo. Durante la partida, se irán mostrando dos cartas, y el objetivo es ser el primer jugador o jugadora en encontrar el símbolo coincidente.
El juego es muy divertido, sencillo y familiar, para todas las edades. Solo por eso es un regalo perfecto para cualquier persona de cualquier edad. Pero además, este juego Match Bubbles es personalizado. Eso significa que tú vas a poder cargar desde tu móvil u ordenador los símbolos que quieres que aparezcan en las cartas. Como en el juego básico, siempre habrá solo un símbolo que coincide entre dos cartas cualesquiera. Pero el hecho de que esos símbolos puedan ser la cara de cada miembro de la familia, o del perro o gato de la familia, o poner amigos, dibujos o cualquier logo o símbolo que os guste, hace que el juego sea el doble de original.
Match Bubbles es un juego que permite jugar de varias formas distintas. En concreto, os proponemos hasta 5 modos de juego, de manera que podemos decir que Match Bubbles son cinco juegos en uno.
Antes de empezar a jugar a cualquier modo de juego, barajead bien el mazo de cartas. Estos modos de juego son:
Reparte 1 cara a cada jugador o jugadora. Cada uno pondrá su carta en la mesa, frente a sí, boca abajo (por la parte que no tiene los símbolos). El resto del mazo se pone en el centro de la mesa, boca arriba.
A la orden de "¡empieza el juego!", todos los jugadores giran su carta, y tienen que encontrar el símbolo repetido en su carta y en la carta del mazo central. Recordad que siempre hay un símbolo repetido, y solo uno. El primero que encuentra su símbolo repetido, dice su nombre en voz alta y acto seguido coge la carta del mazo central para ponerla en su lado de la mesa, encima de la carta que ya tenía.
Ahora en el mazo central hay una nueva carta, así que se repite el proceso: el más rápido en encontrar el símbolo repetido entre su carta y la carta del medio, dice el nombre del símbolo y se queda la carta central. Así jugamos hasta que no quedan cartas en el mazo central.
Una vez que termina la partida, cada jugador cuenta todas sus cartas conseguidas. Quien más tenga, ¡gana la partida!
Se juega igual que "La torre" pero a la inversa. Lo entenderéis enseguida. En "El foso", se reparten TODAS las cartas entre todos los jugadores, boca abajo. Excepto una sola carta, que la dejaremos boca arrib en el medio de la mesa.
A la orden de "¡empieza el juego!", cada jugador gira su mazo de cartas y empieza a comparar la carta superior de su mazo con la carta central. El primero que encuentra su símbolo repetido entre la carta central y la de su mazo, dice el nombre del símbolo en voz alta y acto seguido deja la carta superior de su mazo encima de la carta central. De esta manera, la carta central cambia y todos los jugadores tienen que empezar de nuevo a buscar cuál es el símbolo repetido.
La partida termina cuando un jugador/a se queda sin cartas en su mazo, y la persona que primero consiga descartarse de todas será quien gana la partida.
Se reparte una carta a cada jugador, boca abajo. El jugador tiene que sujetar su carta sobre la palma de su mano. Decidimos qué número de rondas queremos jugar. Por ejemplo, 8 rondas. Al lado de cada jugar ponemos un mazo de cartas con tantas cartas como rondas vayamos a jugar (8 cartas, en este ejemplo).
A la orden de "¡empieza el juego!", cada uno de los jugadores giran la carta que tienen en la palma de su mano para dejarla boca arriba, con los símbolos a la vista, dejando la mano quieta. Cada jugador mirará las cartas del resto de jugadores y, en cuanto identifique el símbolo que coincide entre su carta y la de cualquier otro jugador, dice el nombre del símbolo en voz alta y le da su carta a ese otro jugador. Acto seguido, el jugador que ha entregado su carta, coge la primera carta del mazo que tiene al lado.
Después de que termine el número de rondas establecido, el ganador será quien tenga menos cartas en su mazo personal.
Se pone una carta en medio de la mesa, boca arriba, con los símbolos a la vista. Alrededor de esta carta central, se ponen cartas boca abajo (tantas cartas como jugadores haya). El resto de cartas se dejan en un lado.
A la orden de "¡empieza el juego!", cada jugador gira una de las cartas, todos a la vez. Todos los jugadores pueden comparar la carta central con todas las demás cartas, y como siempre, cada vez que encuentre un símbolo común, lo dice en voz alta y se queda la carta de alrededor que ha coincido (la carta central no se cambia). El juego no para, y los jugadores seguirán intentando coger el resto de cartas de alrededor, cada vez que encuentren el símbolo que coincide con la carta central.
Una vez que no queda ninguna de las cartas de alrededor, se juega una nueva ronda, renovando la carta central, colocando una carta del mazo encima, y de nuevo colocando alrededor tantas cartas boca abajo como jugadores hay.
Así se van jugando rondas, hasta que no quedan cartas en el mazo general que se ha ido usando para renovar las cartas. Ganará aquella persona que más cartas tenga en su poder.
Se reparte una carta, boca abajo, a cada jugador. El resto de cartas se pone en un mazo, en el centro de la mesa, boca arriba.
A la orden de "¡empieza el juego!", cada jugador buscará el símbolo común entre la carta central y las cartas de los demás jugadores, sin incluir su propia carta. En cuanto se encuentra un símbolo común, se dice en voz alta, y quien lo ha hecho coloca la carta central encima de la carta del jugador que tiene la carta que ha coincidido. Se saca otra nueva carta para el centro y se sigue jugando de la misma manera, hasta que no quedan cartas en el mazo central.
El ganador es quien tenga menos cartas. Por eso se llama "regalo envenenado", porque vamos "regalando" cartas al resto de jugadores, perjudicándoles cada vez que les damos cartas.